Reflexiones personales
Reflexiones personales
Conócete a ti mismo (Sócrates)
“Descubre quien eres y sabrás tu potencial. Estudia tu propia personalidad, porque de nada sirve el mayor conocimiento científico del mundo si no te conoces a tí mismo; siempre te sentirás incompleto/a porque interiormente no estás satisfecho; tu cuerpo es el reflejo de tu alma”. Por eso, desde hace ya muchos años, busco momentos donde exploro en mi interior, para conocerme. Cuando obtengo conclusiones las escribo y eso me ayuda, con los años, a entender los cambios que experimentamos en diferentes áreas de la vida. En este apartado resumo algunas de esas reflexiones en el área profesional por si son del interés de quien le apetezca leerlas.
El mismo día que obtuve mi Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte me di cuenta lo ignorante que era en el campo de la Actividad física y la Salud.En mi opinión, el problema creo que radicaba y radica , principalmente, en que la sociedad y los entornos laborales en este sector (oferta y demanda de nuevas tendencias en ejercicio físico saludable) evolucionan mucho más rápidamente que el propio currículum de la carrera universitaria o del ciclo formativo superior (que de hecho no evolucionan).
Eso hace que los Licenciados y/o Técnicos superiores estén “lejos” de una de las realidades laborales para la que, en teoría, han sido preparados: la salud en general y su prevención y tratamiento mediante prescripción de programas de ejercicio físico en particular.

En España, la aparición de diversas escuelas (ANEF, FEDA, ORTHOS, etc…) de enseñanza “no reglada” pero sí ESPECIALIZADA, ha logrado compensar en parte la gran demanda existente con técnicos, aunque, en algunas ocasiones y sobre todo a principios de los noventa y en algunos cursos todavía hoy, sin la suficiente calidad como para trabajar de forma mínimamente profesional en los numerosos clubs de Fitness y Wellness que han ido surgiendo.
Por otro lado, la sensación de ignorancia aumenta cuanto más se aprende, como me pasó a mí en el Doctorado.
“Cuanto más sé, más sé que menos sé”.
“Al ampliar el campo del conocimiento no hacemos sino aumentar el horizonte de la ignorancia” Henry Miller.
Durante la carrera y el tercer grado mi única preocupación había sido aprobar cada uno de los créditos para obtener el título. Pero… ¿y una vez obtenido?… ¿Que aplicación práctica tenía lo aprendido, o mejor memorizado, en el campo de la salud?. La respuesta era muy poca, dado que lo poco aprendido (básicamente con conceptos heredados del “rendimiento”) estaba a años luz de la realidad con la que me encontré.
El boom de los centros de Fitness y Wellness trajo consigo miles de Técnicos formados rápidamente y con bases científicas muy bajas o nulas. De tal manera que mi objetivo a partir de entonces fue APRENDER de los mejores teórico-prácticos del país y de la realidad del día a día en mi docencia y en la práctica, siempre bajo las directrices de las últimas evidencias científicas. No tanto para mejorar profesionalmente, como para dar de beber a la sed de conocimientos que aumenta proporcionalmente a la información que cada día recibo. Información basada en el análisis y la comprensión y en aprender de distintas fuentes y diversos profesores/as, cada uno especialista con sus influencias y vacíos, pero que me aportan cosas nuevas cada día.
“El aprender es como remar contra la corriente; cuando se deja, se retrocede”.
En este proceso continuo, otros colegas y yo mismo hemos ido elaborando manuales, recursos y documentos de diferentes niveles de aprendizaje, siempre relacionados con la Actividad física y la Salud y ,en ocasiones, con el denominado “rendimiento”.
En esta Web os presento algunos de esos artículos, recursos y documentación, algunos de mi propia autoría y otros de grandes docentes e investigadores (y muchos de ellos además amigos), siempre relacionados con el Fitness y el Wellness y que creo de interés para los que son o quieren ser profesionales en este apasionante sector del ejercicio físico y la salud.
Todos ellos son opinables, criticables y seguramente con lagunas que se intentan ir resolviendo en posteriores aportaciones.
¿Pero, cual es el último y perfecto nivel? Espero que no exista, porque este mundo del Fitness y salud está en continuo movimiento, y lo que hoy se defiende fervorosamente, mañana es rechazado. Hay una máxima que no desaparece, y es que cada persona es diferente y, por tanto, los efectos positivos y/o negativos que aparecen con cada ejercicio, con cada entrenamiento, son también diferentes. Eso nos da infinitas posibilidades.



“El si y el no son dos breves palabras que requieren un gran proceso mental”.
Desconfiad del que las use a menudo como respuesta. Sólo los sabios y los tontos las usan… y hay pocos sabios.
En la mayoría de preguntas, la respuesta “depende” muestra el poder de la individualidad y de la gran cantidad de variables que rodean al cuerpo humano.
Razonemos, pensemos y cuestionemos constantemente. Busquemos el porqué y no el cómo. Tomemos decisiones y no recetas. De esa forma seguro que, como me ha pasado a mí, notaréis esa sed de aprendizaje continuo, sin cerrarse a nada.
“El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos” Marcel Proust).
A lo largo de mi vida siempre he tenido la sensación de estar experimentando giros más o menos radicales en relación a como considero de importantes determinados conocimientos relacionados con el ejercicio físico.
Estos cambios se han ido produciendo según iban pasando los años, supongo que impulsados por las distintas experiencias personales y por el aprendizaje que he tenido la gran suerte de obtener trabajando al lado de diferentes profesionales de la salud: excepcionales médicos, nutricionistas, fisioterapeutas, osteópatas, coachs o entrenadores personales, entre otros y por la enormidad de situaciones prácticas que he podido vivir junto a equipos multidisciplinares de tratamiento de pacientes con diferentes patologías, así como de clientes cuyos objetivos eran más estéticos o deportivos.
En este largo proceso de cambio que es la vida también voy siempre perdiendo algo de mí mismo como única manera de progresar, de cambiar, de viajar hacia adelante, de salir de la “zona de confort”, ya que creo es la única manera de encontrar luz para ver, viento para mover y mar para navegar, tanto a nivel profesional como personal.
Si tuviera que darle un hilo conductor desde este mi presente a dichos cambios lo haría desde el avance inexorable de la edad y con ella, de mi forma de sentir y pensar. Durante toda mi adolescencia y juventud hasta el inicio de la carrera practiqué Atletismo en su especialidad de mediofondo alcanzando bastante éxito a nivel nacional en las diferentes categorías, cosa que me permitió conocer muchos entrenadores, aprendiendo de todos ellos un denominador común: disciplina y constancia.

La sesión de entrenamiento se realizaba tal y como el entrenador decía y no había más que explicar o discutir. El amor por el deporte me llevó por vocación natural hacia la carrera de Educación Física. Así, arrastrado por esa misma “disciplina” de los entrenamientos, durante los años de carrera y algunos más posteriores, mi conocimiento se basaba en dogmas o criterios que me habían explicado los diferentes profesores/as que tuve la suerte (algunos la desgracia) de oír.
Por aquel entonces no sentía la necesidad de ir más allá ni preguntarme que eficacia tenían ciertos principios del entrenamiento ya que confiaba en que el profesorado ya se había encargado de filtrar aquellos que tenían una evidencia científica contrastada.
Fue la época del hacer sin cuestionar.
Mi prioridad eran vomitar todo aquello en una oposición para lograr una plaza de funcionario como profesor de Educación Física, cosa que, afortunadamente logré en mi primera intentona y que me proporcionó la suficiente tranquilidad económica como para empezar a reflexionar en el porqué de muchas “normas” en nuestro sector del Ejercicio Físico y en lo poco que realmente sabía al respecto.
Comienzo muy pronto también, año 85, estando en segundo de carrera, mi profesión docente en el mundo de los técnicos de “Fitness” en una escuela de formación no reglada que por aquel entonces se llamaba FEAD. Allí se me dio mi primera oportunidad de hablar en público (cómo sudé en mi primera clase) y gracias a ellos (Jose Luis Ramón y Anna Ferrer) pude desarrollarme en esta apasionante profesión de docente de futuros técnicos.
José Luís Ramón
ANEF-FEAD
Anna Ferrer
ANEF-FEAD
Hoy sigo muy agradecido y colaborando con la misma escuela (actualmente llamada ANEF, Formación de Técnicos del Fitness) siempre que me lo piden y mi agenda me lo permite.
En la vida, es de bien nacido ser agradecido. Además, creo muy necesario ese contacto con los técnicos de base. Es impagable ver las caras de alumnos/as primerizos y que tienen tantas ganas de aprender cuando destruyes ciertos mitos de toda la vida utilizando el sentido común y la ciencia.
En ANEF también sigo aprendiendo mucho de docentes como Miguel Angel García, Manuel Martín o Jordi Saura entre otros. Y es que hay grandes profesores/as en este país que, desde la sombra y día a día, logran que el sector vaya mejorando formando a técnicos de base muy competentes.
Otro cantar es si hace falta que exista también una Ley (ya operativa en Catalunya) que determine no sólo quien es competente o no, si no que tipo de cualificación se necesita para cada situación. Un enorme debate donde siempre habrá ganadores y perdedores y donde a veces no se tiene en cuenta que el único que debería ganar es el destinatario final del servicio, el paciente.
Miguel Ángel García
Formador
Manuel Martín
Entrenador personal
Jordi Saura
Dietista
Bien, pues en este decenio de los 30 es cuando comienzo a cuestionarme muchos temas, sobre todo al ver que algunos objetivos en determinados pacientes/clientes con los que trabajo se cumplen y en otros con características muy parecidas no. Aún a sabiendas que las ciencias de la salud no son matemáticas muchas cosas no me cuadraban, empezando por el tan promulgado principio de la individualización y que apenas nadie cumplía, prescribiendo las mismas “recetas” a diferentes personas.
A esos cuestionamientos se une el que el destino me permite conocer a compañeros/as con inquietudes parecidas con los que mantengo encuentros y charlas interminables y que hoy hemos convertido en un grupo de investigación y divulgación del que me siento enormemente orgulloso de pertenecer, el Instituto Internacional de Ciencias del Ejercicio Físico y Salud (IICEFS), cuyo germen se sitúa en el año 2001, cuando conozco en una reunión de Madrid al que considero ya un hermano, un amigo y un genio en el conocimiento de la ciencia del ejercicio físico y salud, el gran Juan Ramón Heredia, con el que congenio muy rápidamente y con el que desde ese mismo año empiezo a trabajar en diferentes artículos y libros que verían la luz algún tiempo después.
Se suman poco tiempo después Susana Moral, Guillermo Peña, Marzo da Silva o Fernando Mata entre otros. Un grupo donde las horas pasan muy rápido charlando, aprendiendo y riendo y que a dia de hoy sigue muy activo, publicando y formando mucho a través de la plataforma de Internet G-SE.

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D. Juan Ramón Heredia Elvar
Director General IICEFS. Responsable del Área de Prescripción de Ejercicio Físico para la Salud e Innovación y actualización.
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D. Fernando Mata Ordónez
Área Actividades y eventos IICEFS. Responsable del Área Biología del Ejercicio Físico y Nutrición.
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Dª. Susana Moral
Responsable del Área Biomecánica y Kinesiología aplicadas a programas de Ejercicio Físico para la salud.
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D. Guillermo Peña García-Orea
Coordinación General y Gestión Académica y Económica IICEFS. Responsable del Área nuevas tendencias aplicadas a programas de Ejercicio Físico para la salud.
Ese decenio, el de los fructíferos 30, es el que me posiciona en cuestionar constantemente todo aquello que me habían enseñado en la facultad y que no tenía ninguna base científica.
No sólo cuestionarlo, sino buscar las alternativas más seguras, eficaces y funcionales para cada paciente en todo lo relacionado con el ejercicio.
Es el momento de publicar e impartir sesiones docentes a destajo, en toda España y sobre todo abriendo camino en países lejanos como Colombia, República Dominicana, México o Brasil, entre otros. Es la época del “cambio todo lo que se por la mitad de lo que ignoro”, el afán por saber más, por almacenar documentación.
“Cuando el sabio apunta a la luna, el tonto mira el dedo”.
Y también es la época de determinadas discusiónes con otros compañeros de pensamiento de “dinosaurio”, aquellos que siguen sin reflexionar, que hacen del dogma norma, de los que piensan “así ya me está bien”, de los que no son flexibles en sus formas, de los que siguen sin darse cuenta que la ciencia avanza y que cualquier profesional que se precie debe seguir siempre formándose, debe reeducarse, debe destruir para construir, debe ser flexible basándose en el rigor y la ciencia ya que estamos trabajando por y para la salud de las personas.
Por otro lado, van apareciendo en nuestro sector milagrosos métodos a los que muchos compañeros atacan. Más pérdida de energía. Muchos/as colegas de profesion se indignan con la “incompetencia” de un tal Osmin o con Pilar Rubio cuando aparecen en programas de televisión nacional.
Sálvame indigna a los periodistas. Hermano mayor indigna a los psicólogos. En buenas manos indignaba a los médicos. Master Chef a los cocineros.
Tal vez hay que ser abierto de miras y pensar en el interés que estos métodos y programas show puede generar en las personas a la hora de buscar un profesional, competente y cualificado. Puro marqueting que debemos aprovechar y no destruir.
Algo que se nos da muy bien en el sector, criticar negativamente a los demás técnicos y métodos. Somos muy poco corporativista, a diferència de otros colectivos que tratan la salud. Los trapos sucios se lavan en casa.

“En la vida, los bloques de granito se hunden, los corchos siguen flotando”.
En cada una de esas “discusiones” también he tenido el placer de conocer personas muy capaces, incluso que me han hecho cambiar algunos convencimientos o formas, que me han permitido seguir avanzando, seguir siempre aprendiendo, por efecto o por defecto, pero que también se llevan mucha energía que se necesita para otras cosas más importantes necesarias para avanzar.
Cada día discuto menos, porque mi energía es limitada y la necesito para ser eficiente e ir logrando aquellos objetivos a corto, medio o largo plazo que me haya propuesto y que siempre rodean el mejorar como persona y como profesional, sin buscar ascensos; el dar sin esperar recibir, porque aquél que da por el mero placer de ayudar, siempre recibe. Es cuestión de tiempo.
Eso también me lo ha enseñado la edad. Haz y da mucho, no esperes recibir. Todo llega. Paciencia y constancia. Claves en la vida de todo profesional y de toda persona. Objetivos claros y a por ellos, poco a poco, paso a paso pero de forma firme, sin titubeos, sabiendo rectificar, sabiendo pedir perdón y disfrutando de cada aprendizaje.
Nunca tener grandes expectativas porque tenerlas lleva a minimizar satisfacciones por aquella ecuación de Satisfacción = Resultados – expectativas. No hay fracasos sino lecciones. No esperes. Lo que ha de ser, será.
“En la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias. (Robert Green Ingersol)”.
Con todos esos viajes a la espalda voy cumpliendo años y entrando en los 40, comienza a disminuir mi tiempo para divulgar ciencia ya que, con la expansión de internet y con la aparición de blogs y sitios (por ejemplo el del IICEFS en G-SE), se hace más sencillo para los profesionales el acceso a las últimas investigaciones y comienzo a preocuparme más por el “hacer” final.
Se me presenta la oportunidad de opositar a Catedrático y me convierto tras superar las duras pruebas, según el certificado que me llega desde Madrid, en el catedrático más joven de España. La “titulitis” nunca me importó demasiado, pero sólo por ver la cara de satisfacción de mis padres, mereció la pena.
También empieza, llegando a mis cuarenta años, la especialización en patologías metabólicas, concretamente en obesidad y mi trabajo directo con pacientes “mórbidos” gracias a mi responsabilidad en la empresa multinacional de tratamiento del exceso de peso “PronoKal Group” que me hace ver la necesidad de esa “sencillez y atractivo” de las sesiones prácticas que, eso sí, siempre deben cumplir todos los principios que la ciencia evidencia cada día.
“El que no tenga tiempo para ejercitarse tendrá que encontrar tiempo para tratar la enfermedad”.
Me nace más adelante entonces la necesidad de crear Physical Exercise & Health, consultoría desde donde intentamos actualmente promulgar el ejercicio físico como medicamento (Exercise is Medicine) a través de formación y del asesoramiento en la creación de unidades de ejercicio intrahospitalario.

Desde la empresa venimos impartiendo cursos de especialización de ejercicio físico en patologías, siendo el cuadro docente referentes en la inclusión de ejercicio físico en equipos multidisciplinares en cada una de las patologías o requerimientos específicos.
En una época donde el Licenciado/grado de Ciencias del ejercicio físico y el Deporte demanda su papel en la prescripción de ejercicio confirmamos cada día las grandes carencias que la carrera tiene en este ámbito de prevención terciaria mediante el ejercicio.
Para ellos, y para los profesionales de la Salud que tienen que ofrecer la primera recomendación al paciente y que tienen necesidad de saber cómo progresar en la dosis de ejercicio, venimos mejorando año tras año la calidad y cantidad de la oferta. Aprenden los alumnos, aprendemos nosotros y se benefician los pacientes a los que se prescribe de forma correcta este gran medicamento que es el ejercicio físico.
Si la sesión no se hace no hay ninguna posibilidad de progresar. Ahora estoy inmerso en la época del “algo es mejor que nada”, de buscar la simplicidad, de darle solución a cada excusa del paciente para no hacer ejercicio, de hacer ver cada una de las pequeñas ventajas de hacer algo de ejercicio a pacientes con grandes dificultades para moverse, para respirar, para dormir, en definitiva para “vivir plenamente” a nivel de salud.
“El mejor maestro es el que muestra donde tienes que mirar, pero no te dice lo que tienes que ver”.
Las evidencias científicas por sí mismas nos indican el camino por el que debe discurrir la planificación, periodización, programación y prescripción de ejercicio físico, ya sea para prevención primaria, secundaria o terciaria. Pero sirve de muy poco si no la hacemos práctica y entendible por aquel que debe al final llevar a cabo las diferentes sesiones planteadas.
“El método que se sigue es mejor que el método perfecto que abandonas”.
Ese planteamiento no debemos confundirlo con que el ejercicio debe ser ante todo motivante ya que si no el paciente no lo va a realizar. El ejercicio físico debe ser como lavarnos los dientes, no se piensa en ello, simplemente se hace. Es una orden y no debemos dejarlo a la decisión del cerebro, ya que en la mayoría de ocasiones decidirá no hacer nada, descansar y sobrealimentarnos. La educación para la salud (Nutrición y ejercicio, que no Deporte) debería ser una competencia básica doble todo en educación infantil y primaria. Seguramente nos ahorraríamos muchas enfermedades asociadas al sedentarismo y a la nefasta alimentación.
“El ejercicio físico debe ser ante todo eficaz, no divertido”.
Pero también es evidente que por tanto, debemos plantearnos para cada uno de nuestros pacientes, en relación al ejercicio y también a la alimentación, la dosis más adecuada que, siendo validada por la ciencia, sea eficaz en el caso en cuestión ya que es llevada a cabo regularmente gracias a su sencillez y atractivo.

Poco más. La vida sigue y cada minuto de cada dia, cada dia de cada mes y cada mes de cada año hemos de seguir aprendiendo para mejorar, para adaptarnos continuamente y lograr vivir plenamente.
Felipe Isidro.
Profesor de nadie y alumno de todos.